El Congreso argentino aprobó hoy a pedido de la presidenta Cristina Kirchner el ascenso a teniente general del general César Milani, jefe del Ejército, pese a ser sospechoso de represión en la dictadura (1976-1983). El Senado, única cámara que vota los pliegos de ascenso de militares, dio el acuerdo con 39 votos a favor y 30 en contra, en una agitada sesión esta madrugada en la cual la oposición cuestionó al ascendido a la máxima jerarquía por causas judiciales pendientes.
Milani (59 años) está denunciado, aunque sin procesamiento ni acusación probada, en un caso de desaparición de un soldado, en otro por torturas a un preso político y en un tercero por la detención ilegal de un fotógrafo entre 1976 y 1977 en la región noroeste. "Acompañamos la decisión política de la presidenta. Lo denuncian desde que (Milani) dijo que comparte el proyecto 'nacional y popular' del gobierno. ¿Qué quieren? ¿Que acompañe los intereses norteamericanos?", dijo el senador oficialista Miguel Pichetto.
Milani recibió esta tarde su pliego de ascenso a teniente general de manos de Kirchner, durante un acto en la Casa de Gobierno junto a otros militares que fueron ascendidos. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entidad humanitaria cercana al gobierno, dijo en un comunicado que Milani "no podía desconocer que funcionaba un centro clandestino de detención" donde "prestaba servicios y tuvo a su cargo responsabilidad primaria en operaciones represivas".
Hasta el momento, nunca había ocurrido un cuestionamiento de este tipo a un ascenso en los gobiernos del fallecido presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa (2007-2011 y reelecta). El matrimonio Kirchner fue impulsor de la derogación de las leyes de amnistía, que dio lugar a 370 condenas de jefes militares, oficiales y subordinados, entre ellos al exdictador Jorge Videla, quien falleció este año en una cárcel común. Unas 30 mil personas desaparecieron durante el régimen, según organismos humanitarios.