:Que la supuesta inclusión de México en los países objetivo del Estado Islámico dividió opiniones entre los funcionarios públicos; mientras el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, dice que las amenazas yihadistas son reales, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos de Icaza, aseguró a senadores que si bien debe haber alerta, no hay ningún indicio de advertencia al país fuera de lo que se dice en redes sociales.
¿Y si se ponen de acuerdo?
:Que el glamur de la diplomacia parlamentaria sedujo a los diputados federales de Morena y su lideresa, Rocío Nahle, votó a favor de un acuerdo de la Junta de Coordinación Política para integrar delegaciones con legisladores de las ocho bancadas para asistir con gastos pagados a los foros COP21 y Globe International la próxima semana en París.
Parece que la promesa de los representantes lopezobradoristas de sufragar con recursos propios sus eventuales viajes al exterior quedó en eso.
:Que Agustín Basave, presidente nacional del PRD, presentará su libro La cuarta socialdemocracia en la Feria Internacional del Libro el próximo sábado, en Guadalajara. De paso, aprovechará el fin de semana en Jalisco para abordar diversos temas con la dirección estatal de su partido.
:Que la Sociedad de Autores y Compositores de México, cuyo titular Armando Manzanero recibió antier un reconocimiento de la CIRT de manos del presidente Enrique Peña Nieto, no las trae todas consigo en fechas recientes.
Resulta que esa sociedad y los compositores viven y cobran de las entidades que ejecutan su música, como la radio y la televisión, sus principales aportadores económicos, aunque no únicos. También hoteles, cantinas y centros nocturnos pagan cuotas, así sean modestas.
Sin embargo, en Nuevo León las cosas no funcionan así, pues el nuevo gobernador, Jaime Rodríguez, decidió cancelar el pago de esos derechos apenas un año después de que su antecesor, Rodrigo Medina, emitiera el decreto. Dicen en esa sociedad que el argumento del "Bronco" fue que no le gusta.
:Que al Partido Verde le llueven problemas más allá del caso de Arturo Escobar, y es que ya van nueve diputados federales que llegaron a San Lázaro bajo las siglas del PVEM, pero que regresaron a sus orígenes, para sumarse a la bancada del PRI.
