Anteayer, Bárbara Anderson publicó un dato absolutamente asombroso en su columna de negocios: hace 20 años, 500 mil usuarios del servicio eléctrico, descontentos por la derrota de López Obrador en las elecciones para gobernar Tabasco, decidieron, pura y simplemente, dejar de pagar la luz. Sí, señoras y señores: la “resistencia civil” se puede calcular también en pesos y centavos y, hechos los números, a los seguidores del candidato perdedor les pareció que la mejor manera de denunciar que Roberto Madrazo había gastado sumas exorbitantes en su campaña electoral era disfrutar de electricidad gratis. Digo, gratuita para ellos porque la factura la apoquinamos con nuestros impuestos el resto de los ciudadanos de este país (justamente, esto es algo que nunca logran entender los izquierdosos en su rabiosa exigencia de no pagar el costo de las cosas y en sus airadas reclamaciones de que el Gobierno —que ellos imaginan como una suerte de Ser superior perfectamente capaz de gastar dinero sin producirlo previamente— les regale pródigamente bienes y servicios; pues, aclarémosles a los estimados indignados de la nación que la plata no crece en macetas y que ese mismísimo Gobierno al que suponen tan pródigo no tiene dinero propio sino que, aunque sea un pésimo e ineficiente e irresponsable administrador, sus arcas las llena con los impuestos que recibe de quienes, en vez de robar electricidad y exigir prebendas desmesuradas, cumplen calladamente con sus obligaciones fiscales).
El agujero provocado por los tabasqueños en las finanzas de la Comisión Federal de Electricidad es de casi 10 mil millones de pesos, señoras y señores. Ahora bien, que alguien venga y me explique cómo es que en Tabasco puedes dejar de pagar la luz —así nada más, a la torera, durante… ¡20 años! — mientras que en Aguascalientes, si te retrasas un día o dos en cubrir el importe del recibo bimestral, llegan y te cortan el servicio sin mayores contemplaciones. ¿Es un tema de “usos y costumbres”? ¿Es una delicadísima cuestión “política”, (dicho en el más deleznable y bajo sentido de la palabra)? ¿Los tabasqueños tienen más derechos que los hidrocálidos? No entiendo…
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