Política

La luz al final del túnel “socialista”

Imaginen ustedes el descontento popular en Venezuela para que, a pesar de las trabas puestas por un aparato gubernamental avasallador y poderosísimo, la oposición haya podido triunfar. Estamos hablando de amenazas, encarcelamientos de adversarios políticos, políticas clientelares, paternalismos interesados, propagandas difamadoras, alteración de los contornos de los distritos electorales para favorecer a los candidatos oficialistas, propagación de mentiras y compra disfrazada de votos en un país donde, con el advenimiento del chavismo, bastaba que no te afiliaras a la borregada bolivariana para que perdieras tu trabajo, por ejemplo, en la empresa petrolera estatal, así fueras el más cualificado y eficiente ingeniero.

En ese entorno de intencionada polarización donde la mera expresión de ideas diferentes te colocaba directamente en el bando de los “traidores a la revolución”, es todavía más llamativo que los ciudadanos hayan expresado así su voluntad en las urnas (aunque, hay que decirlo, el mero hecho de poder votar significa que la nación suramericana sigue siendo una democracia a pesar de todos los pesares, algo que no se puede decir de un régimen cubano donde las elecciones libres y la existencia de distintos partidos políticos son sueños imposibles). Y lo más asombroso, todavía, es que el mismísimo señor Maduro hablara de “democracia” en la alocución que dirigió posteriormente a los venezolanos como si las virtudes del sistema, de pronto, representaran algo valorable para él y como si no hubiera sido el primerísimo en intentar desmontar los mecanismos que aseguran la representación de la diversidad política e ideológica en las sociedades modernas.

En estos momentos no es posible anticipar cuáles serán las consecuencias directas de este auténtico terremoto electoral y se piensa inclusive en una respuesta del régimen bolivariano que, en un segundo momento y pasado el trámite obligatorio de que el mandamás se apareciera para reconocer la derrota, puede tal vez tomar medidas desesperadas, es decir, extremas y radicales. Ahí, se quitará por completo la máscara y se exhibirá realmente como lo que es: un sistema autoritario, intolerante y represivo. Pero, por lo pronto, la voz de pueblo ya no pudo ser acallada. Un gran día, pues sí, para la democracia latinoamericana.

revueltas@mac.com

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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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