Política

¿Combatir significa violar derechos humanos?

Una escaramuza de los marinos de nuestra Armada —los mejores combatientes que tiene México, los más valerosos y los mejor entrenados— para repeler un ataque de sicarios o para capturar a un canalla que asesina a otros seres humanos sin remordimientos (y, encima, que les inflige espantosas torturas antes de liquidarlos), una refriega entre las fuerzas de élite del Estado mexicano contra una caterva de brutales desalmados, repito, ¿significa obligadamente que se está cometiendo una grave violación de los derechos humanos en este país?

Si el balance es de seis bajas fatales en el bando de los delincuentes y de cero percances entre unos comandos que se han sometido con ejemplar disciplina a los rigores de un entrenamiento durísimo, ¿eso viene siendo una utilización abusiva de la fuerza militar y algo que deba no sólo despertar sospechas sino levantar una oleada de denuncias y acusaciones?

Pero, ¿acaso no mueren también los soldados de nuestro Ejército? Y si esto es una “guerra”, la haya comenzado quien la haya comenzado y la esté prosiguiendo quien la esté prosiguiendo, ¿no fueron torturados salvajemente 12 policías federales, una mujer entre ellos —en el poblado de Arteaga, Michoacán, en julio de 2009— y posteriormente ejecutados sin merecer ni de lejos la condición, justamente, de “prisioneros de guerra”?

Los convenios celebrados entre las naciones civilizadas de este planeta prohíben expresamente matar a sangre fría a un adversario indefenso al que hayas previamente capturado. Pues, los asesinos de La Familia Michoacana —y todos los de las diferentes organizaciones criminales— no respetan regla alguna, no se sujetan tampoco al más remoto impedimento moral o humanitario. Al contrario, su lenguaje es el terror y su instrumento privilegiado es la más descarnada crueldad. Deberían de merecer el repudio colectivo de los ciudadanos en tanto que los verdaderos enemigos de México son ellos. Sin embargo, los infames representantes “populares” del partido a modo del demagogo tabasqueño —avalados por los fanáticos izquierdosos de siempre— se han negado a rendir honores a nuestros militares y policías caídos. Como si, por ser combatientes y agentes del orden, no les cupiera el reconocimiento de haber sacrificado sus vidas, señoras y señores. ¿Por qué tanta vileza?

revueltas@mac.com

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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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