Ciencia y Salud

El problema con la ciencia

  • La ciencia por gusto
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  • Martín Bonfil Olivera

Hace unos días compré un billete de la Lotería Nacional. Si le pego al número premiado, podría ganar unos 300 mil pesos.

Lo compré porque mostraba el logotipo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que celebra su 45 aniversario. Mi gesto podría parecer supersticioso, pero si no compro nunca un billete es seguro que jamás ganaré un premio.

Pues bien: uno de los principales problemas que tiene la ciencia, o más bien la percepción que muchos tenemos de ella, es que se trata de una actividad que puede planearse. Que uno puede declarar que va a dedicar tantos millones de dólares a desarrollar un maíz resistente a la sequía o a producir la vacuna del sida, y el resultado se obtendrá inevitablemente, con solo dedicar suficiente dinero y trabajo.

Esta visión, que comparte el ciudadano común con gobernantes y tomadores de decisiones, proviene de no entender el carácter fundamentalmente darwiniano de la investigación científica.

En realidad, un investigador puede decidir qué investigar, y soñar qué le gustaría descubrir, pero nunca puede saber con certeza qué hallará. La historia de la ciencia está llena de ejemplos de descubrimientos producidos por azar. Y en la práctica cotidiana, los investigadores continuamente tienen que improvisar ante datos inesperados y hallazgos casuales que pueden llevar a resultados totalmente distintos de los que buscaban en un inicio... y que a veces resultan mucho más importantes.

Juzgar a la investigación científica con criterios eficientistas, como si fuera una labor comercial, es una gran injusticia. En ciencia se necesita explorar azarosamente una gran cantidad de posibles rutas para hallar la opción óptima que permita avanzar. Hay que comprar muchos boletos, constantemente, para ganar de vez en cuando. Los países ricos lo saben: lo son gracias a que apoyan una gran cantidad de investigación científica en una amplia gama de temas. Apoyar solo unos cuantos proyectos "importantes" es como comprar solo un boleto de lotería de vez en cuando.

Creo que el Conacyt, en estos 45 años, y a pesar de sus fallas y carencias, ha apoyado el desarrollo en México de una amplia gama de investigación científica y tecnológica de calidad. ¡Felicidades!


mbonfil@unam.mx
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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