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Premios Darwin

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  • Martín Bonfil Olivera

¿Somos los hombres más idiotas que las mujeres?

Perdón si la pregunta ofende en estos tiempos de equidad de género. Pero es válida.

Recientemente Jesús Silva-Herzog, refiriéndose a Peña Nieto, recuperaba la definición ofrecida por Carlo M. Cipolla: “Lo que caracteriza a un estúpido es su capacidad para provocar daño a otros, provocándoselo simultáneamente a sí mismo”. (Tomo “idiota” como sinónimo de “estúpido”.)

Los famosos Premios Darwin, surgidos en 1985 y convertidos en una exitosa página web moderada por la bióloga molecular Wendy Northcutt, premian un tipo quizá más limitado de estupidez: la de idiotas que se causan un daño fatal a sí mismos, pero que nos benefician a los demás al hacerlo.

En El origen de las especies, de 1859, Darwin planteó su concepto de selección natural: las especies evolucionan conforme los genes de los individuos más exitosos para sobrevivir y reproducirse se van perpetuando y multiplicando en la población, mientras que los de los menos exitosos van desapareciendo.

Los premios Darwin se otorgan de manera informal, y normalmente póstuma, a personas que se eliminan a sí mismas del acervo genético humano. Casi siempre haciendo algo idiota “pero con estilo”, que les acarrea la muerte (por ejemplo, las siete personas que murieron al tratar de limpiar una gran fosa séptica en Polonia: el primero se desmayó al entrar, por los gases, y se ahogó en el estiércol; los otros seis murieron al tratar de ayudar a los anteriores).

Pues bien: un trabajo publicado en la revista científica BMJ en diciembre de 2014 revela que, al analizar los ganadores de premios Darwin de 1995 a 2014 (20 años), de 318 muertes confirmadas, 282 fueron de hombres, y solo 36 de mujeres.

El artículo era parte broma. Los datos son reales. El análisis, parcialmente jocoso, como la sugerencia de que “este fenómeno probablemente requiere una explicación evolutiva”.

Al final, el caso quizá solo permita dos conclusiones: una, a los científicos son nerds hasta cuando bromean. Y dos, hay gente que quisiéramos que ganara un Darwin.

mbonfil@unam.mx
Dirección General de Divulgación
de la Ciencia, UNAM

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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