Política

El "#VibraMéxico"… que no lo fue tanto

  • Doble fondo
  • El "#VibraMéxico"…  que no lo fue tanto
  • Juan Pablo Becerra-Acosta

Entendí (quizá entendí mal) que la expectativa, con la idea de convocar a la marcha anti-Trump, era que cientos de miles de personas salieran a las calles. Cientos de miles en Ciudad de México. Cientos de miles en otras urbes. Y en una de esas, despertado el fervor o el coraje contra el energúmeno gringo, serían millones los manifestantes.

Al terminar la caminata, a las 14:00 horas, un muro de utilería, colocado en la escalinata de la Columna de la Independencia, sería derrumbado por las vibraciones emanadas de las gargantas de cientos de miles de mexicanos que, reunidos ahí, entonarían el Himno Nacional.

Alguien derribaría el muro por detrás, se entiende. Era imposible que las reverberaciones del grito de guerra fueran a tirar el cartón, pero la imagen se visualizaba impresionante y muy emotiva, como cuando los estadios futboleros literalmente se cimbran ante el eufórico canto de un himno, pero sobre todo por los brincos y pisoteos en las gradas de la gente que corea un nombre: “¡México-México!”.

No fue así. De acuerdo con apuntes de reporteros, imágenes de camarógrafos, gráficas de fotógrafos, tomas aéreas que pude ver y datos del Gobierno de Ciudad de México, la marcha #VibraMéxico no fue tan concurrida como hubiera sido deseable.

Lástima.

Nadie imaginaba (asumo) que el presidente de Estados Unidos fuera a conmoverse y cambiar sus delirantes políticas antiinmigrantes si cientos de miles (o millones) de ciudadanos protestaban en calles mexicanas (“Estamos avanzando y Trump está temblando”, se leía en una cartulina), pero era una buena oportunidad para que el gobierno estadunidense percibiera que, en este asunto, la mayoría de los mexicanos están juntos.

Y también, como tuiteó un periodista de Univisión, León Krauze, era una gran ocasión para que millones de mexicanos que residen en Estados Unidos (legalmente o indocumentados) se sintieran acompañados. Para que, como se gritó en la manifestación chilanga, tuvieran claro que no están solos, que no yacen en el abandono.

A esos mexicanos, que por su simple apariencia ya están a merced del ICE y de cualquier policía gringo (como sucedió durante las detenciones ocurridas en días recientes en varias ciudades estadunidenses), les hubiera hecho bien anímicamente observar que cientos de miles o millones de mexicanos manifestaban su solidaridad desde acá.

Si sumamos el número de manifestantes que hubo en varias ciudades mexicanas, quizá nuestros paisanos allende la frontera norte tengan el consuelo emocional de que fueron decenas de miles entre sus compatriotas los que caminaron como gesto de apoyo hacia ellos. Veámoslo así, si usted quiere, pero eso no borra la mezquindad de quienes, francotiradores apostados a la izquierda y a la derecha, contribuyeron a provocar la delgadez de la movilización (que si era a favor de Peña Nieto, que si era en contra). Lástima. Reitero: la aglomeración pudo haber sido significativamente más concurrida.

En fin. Los que se manifestaron, qué bueno que lo hicieron.

Los que sembraron grilla, cizaña y discordia desde la convocatoria, en pasillos palaciegos y en redes sociales, pues bueno: ese es su trabajo y su derecho. O mejor: esa es su pinche forma de ser. Saludos…

jpbecerracostam@prodigy.net.mx
twitter.com/@jpbecerraacosta

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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