En su despacho de tres por cuatro metros, que es una cómoda pecera porque en lugar de paredes tiene vidrios por todos lados —como debe ser cualquier oficina que se precie de serlo en una Redacción—, JP leyó en su periódico digital MILENIO algo que le provocó atragantarse con un buche de agua epura. JP empezó a sudar copiosamente, cerró la puerta y la ventana, puso el aire acondicionado, se sentó en su silla secretarial negra, cogió su Iphone 7 Plus, puso música chill out del Buddha Bar (no tenía al alcance sus gotas de Rivotril), se llevó el índice derecho al surco subnasal y el dedo pulgar lo colocó debajo de la barbilla, mientras leía de nuevo, con ojos de plata o plomo (o como diga su columnista preferido de fuete y fusca, Gil Gamés) una declaración de Andrés Manuel López Obrador (Liópez, le dice el buen Gil):
“AMLO pide a Barrales dar el paso a Morena”, se leía en la cabeza de la nota.
¿Cómo? ¿López Obrador le pidió a la presidenta del PRD, o de lo que quede de ese partido tribal muy gustoso de la antropofagia, que le ceda el paso al partido del Peje? ¿O Andrés Manuel le pedía a la lideresa que ya mejor le deje el partido amarillo a Los Chuchos y a la mafia del poder y que ella se vaya con los Martí Batres a Morena? Transcribo parte del envío hecho a las 17:10 del viernes por nuestra corresponsal en Veracruz, Isabel Zamudio (ahí andaba AMLO de gira proselitista):
“El líder de Morena pidió a la dirigente del PRD, Alejandra Barrales, ‘que ya dé el paso (a su proyecto) y deje de estar ayudándole a los de la mafia del poder’. ‘Son bienvenidos, tienen las puertas abiertas en Morena, qué bueno que están optando por la unidad, porque tenemos que unirnos todos (…)’, puntualizó”.
Desde ahora se lo digo, lectora-lector: el PRD va a ir con López Obrador en el 2018. Se van a oponer Miguel Ángel Mancera, Graco Ramírez (gobernador de Morelos), Silvano Aureoles (Michoacán), Chuchos y otros muy distinguidos cuadros, pero no tienen de otra. ¿O qué, se van a aferrar a su 5%, a su 8% de votos que se les augura en todas las encuestas? Después de estar en la antesala de la Presidencia dos veces, ¿quieren quedar en quinto lugar? Si se trata de un asunto de dinero, esos porcentajes los van a llevar a la quiebra.
Están atrapados entre su debacle y AMLO. Por tercera vez serán el PRD de López Obrador. Como partido, como sigla, irán con él. Ya lo asimilarán quienes se resisten. La aritmética les hará entender: sus votos no les sirven para nada a ellos solos y en cambio sí pueden definir una elección cerrada como la que se prevé entre Morena, PAN y PRI. ¿O se van a aliar con el PRI? ¿Con el PAN? Lo dudo, aunque eso sí: buena parte de las políticas públicas del tabasqueño no tienen nada de liberales y progresistas. Son más bien conservadoras, de derecha (¿apoya el aborto, los matrimonios del mismo sexo, el uso lúdico de drogas, la eutanasia?).
Ya verán el tiempo (o como diga Gamés que pone otro columnista). Con el PRD todo es muy raro, chingao. Como diría la abuela Esperanza: “Comen frijoles y eructan pavo”.
Nos vemos el lunes, pero a escondidas.
JP es ingobernable. JP s’en fous…
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