Política

Misión cumplida, segundo capítulo

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  • Misión cumplida, segundo capítulo
  • José Luis Reyna

El viernes pasado fue detenido en Madrid el ex gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI Humberto Moreira. Fue arrestado y enviado a prisión, sin derecho a fianza, por los presuntos delitos de "blanqueo de capitales, asociación criminal, cohecho y otros". Un balde de agua fría para el priismo, en un año en que hay en disputa 12 gubernaturas. Los hechos fueron investigados por la Unidad de Delincuencia Fiscal de la policía española y se dejó claro que estos hechos son independientes de las causas judiciales en otros países. Quiere decir que los presuntos delitos que se le imputaron en México a Moreira son los mismos que la justicia española tratará de demostrarle al presunto culpable: conducta reiterada.

Hay que reconocer que las autoridades españolas hicieron lo que en México se tenía que hacer. En nuestro país, sin embargo, Moreira era un ser intocable como tantos otros que viven en la impunidad y lucran de la misma forma, sin el menor recato. Su arresto fue tuiteado con sarcasmo por la policía española: "Detenido en Barajas por orden Fiscalía Anticorrupción. Esta tarde pasa a disposición de la Audiencia Nacional. #Misión Cumplida". Sin querer, o queriendo, Peña Nieto recibió un raspón desde el otro lado del Atlántico.

La detención de Moreira vuelve a exhibir que la procuración de justicia en México es deficiente. Que el estado de derecho, tantas veces invocado, es fundamentalmente retórico. La Procuraduría General de la República absolvió al ex dirigente priista, en 2012, "por no contar con los cargos suficientes en su contra". Tal vez esto explique por qué en otro país se jactan de que la misión sí fue cumplida.

Es sabido que después de renunciar a la dirigencia del Revolucionario Institucional, el ex presidente priista se aposentó en España, a principios de 2013, para dedicarse al estudio (becado por el SNTE) de un posgrado ofrecido por la Universidad Autónoma de Barcelona. Vivía en España, aunque viajaba a México con frecuencia. Algunas notas periodísticas informaban que su estilo de vida en ese país europeo era opulento.

La detención del ex presidente del PRI se inició por una alerta enviada por algunas autoridades estadunidenses (que también lo investigan) a sus homólogos españoles. Se mencionaba que "un dirigente mexicano podía estar blanqueando dinero en España". La advertencia no fue archivada. Por el contrario, se puso en marcha una investigación, a lo largo de un año, que encontró los elementos suficientes para detenerlo y enviarlo a una prisión española donde estará recluido el tiempo que se lleve el juicio correspondiente.

El caso del ex gobernador es complicado. Su sucesor (Torres) es prófugo de la justicia. Su ex tesorero (Javier Villarreal) se declaró culpable de conspiración y lavado de dinero en una Corte Federal de San Antonio, Texas. Aceptó, además, haber falsificado documentos para la obtención de créditos para el gobierno de Coahuila (MILENIO Diario, 17/IX/14). Los manejos irregulares tuvieron como desenlace una deuda de varias decenas de miles de millones de pesos que pusieron al borde de la quiebra a esa entidad norteña.

Un nuevo escándalo en el entorno priista. Una mancha más en el largo expediente de la corrupción y la impunidad mexicanas. Si en verdad se quiere reivindicar el nombre de México aquí y en resto del mundo se necesita hacer más creíbles a las instituciones mexicanas, sumidas por ahora en el descrédito. No hacerlo pavimentará el camino en el que apenas vamos en el segundo capítulo.

jreyna@colmex.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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