Nos quejamos contra Hacienda los que tenemos algo que nos quiten.
Así sea una buena tajada, aunque nunca el cien por ciento de lo que ganamos o tenemos.
Pero erramos cuando afirmamos que todo mundo está contra la reforma hacendaria.
A 52 millones de nuestros compatriotas ni les va ni les viene.
Apenas tienen, si tienen, para mal comer y peor vestir.
No son capaces de descifrar qué significan el ISR, el IVA o el ISD.
Su fantasía es ganar tanto como Slim, Lorenzo o Claudio.
Sabrán que han llegado, cuando se quejen de los impuestos.