Frente a un futuro arrollador, desbocado, vamos con los ojos en la nuca.
Aún edificamos casas con cochera y cuarto de servicio.
Reservando espacio al vehículo hipotético e inaccesible.
Como si la muchacha fuera de quedarse para pernoctar con la lavadora.
Exigimos estacionamiento exactamente frente al domicilio.
Que la basura la recojan casa por casa y no en un contenedor cada cuadra.
Así generamos una ciudad grande pero con condiciones de rancho.