Política

Peña Nieto, en el Vaticano

  • Areópago
  • Peña Nieto,  en el Vaticano
  • Jesús de la Torre T. Pbro.

Se ha estado anunciado la visita de Enrique Peña Nieto al Papa Francisco, en el Vaticano, el próximo 7 de junio. Editorialista de gran calado, al servicio del sistema mexicano, se han apresurado a comentar que México es un Estado laico. Eso que ya sabemos, es un agrado de la Iglesia mexicana, quién comenzó a promover la separación de la Iglesia, desde la declaración de la Independencia nacional, con agrado de la Santa Sede que se sentía agraviada por el manejo que la Corona española había hecho del llamado Concordato, entre la Santa Sede y los reyes de España. En 1810, se vino el proceso de Independencia. El nuevo Estado mexicano llegó a consignar en su primera Constitución, que el Patronato Regio era patrimonio de la Nación, y que en la nueva condición independiente, le pertenecía a los personeros del Estado mexicano un posible Patronato que les facultaría intervenir en el nombramiento de obispos y cargos eclesiásticos mayores, asunto que ni en la Santa Sede ni en la Iglesia mexicana se estaban de acuerdo. Cuando Benito Juárez vio la imposibilidad de obtener el Patronato para la nación, prefirió decretar la separación de la Iglesia y el Estado, anhelo por el que la Iglesia había tomado la iniciativa desde los días de la Independencia.Entre políticos mexicanos se comenzó a decir que la separación de la Iglesia y el Estado quería decir: Estado laico. La Iglesia decía lo mismo, pero con distinta interpretación. El Estado quiere una Iglesia metida en los templos, con una fe de carácter privado e intimista. Que en todo guarde silencio aunque la dignidad de las personas vaya al desastre. La Iglesia sostiene que el Estado laico debe proteger a todas las religiones, sin que se apropie de ninguna de ellas; que debe permitir que la enseñanza religiosa se profese en público y en privado; que debe admitir la libertad religiosa como derecho civil fundamental. Que la Iglesia no debe ser subalterna del Estado. Que se permita la educación religiosa, tanto en aulas del Estado como en escuelas particulares, de acuerdo a la religión de cada familia.En un documento de Episcopado Mexicano, llamado “Actuemos ya”, los obispos mexicanos cuestionan seriamente las llamadas “reformas estructurales”, que están hechas como un alto beneficio económico para sectores ricos, tanto nacionales como internacionales. Se sabe que a los que están al frente del gobierno mexicano, no les agradó la postura de los obispos. Pero ya han probado los actuales personeros del gobierno mexicano, que lo que ellos dicen, se hace, duélale a quién sea. Importa su proyecto, no el bien del pueblo. Cómo respuesta todo lo resuelven con la afirmación de que vivimos en una democracia, aunque lo que decidan en nada se parezca a la democracia. Su proyecto primero. Democracia sin pueblo. (VI-6-2014).

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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