En el sismo del 19 de septiembre de 1985, en Ciudad de México, fue la sociedad civil la que rescató cuerpos con vida y sin vida de entre los escombros de los edificios derrumbados, atendió a los heridos, los llevó a los hospitales, se comunicó con sus familiares para que los encontraran, proporcionó víveres a quienes los necesitaban, acordonó los inmuebles para facilitar las maniobras de rescate, salvó algunas pertenencias, formó brigadas de salvación, hizo posiblelas comunicaciones, impidió los robos, realizó labores de policía y tránsito, entre otras muchas labores para salvar vidas y proteger el patrimonio de las víctimas; tal como acaba de suceder con este último temblor.
Entonces el Presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, el Regente de la ciudad, Ramón Aguirre Velázquez, los jefes de las Delegaciones, los directores, y todos los demás funcionarios del entonces Departamento del Distrito Federal, estuvieron ausentes en ese devastador temblor; lo que dolió igual o más a los defeños que el temblor mismo; pues se sintieron totalmente desprotegidos de sus autoridades que tenían la obligación de velar por ellos; igual de desamparados como se sintieron ahora.
En 1985 faltaban alrededor de dos años y medio para la sucesión presidencial de 1988, y la renovación total del Congreso de la Unión (Senadores y Diputados Federales) , y la herida de los ciudadanos causada por la ausencia del gobierno en el sismo, en vez de sanar sangraba más y más porque veía que el estado mexicano, cuyas estructuras de poder se habían construido con base en la Revolución de 1910 y la Constitución de 1917, y que le habían dado algún bienestar a las grandes mayorías; el gobierno neoliberal estaba desmantelándolas, vendiendo empresas estatales que eran estratégicas para el progreso y desarrollo de la nación.
Por ese descontento popular en julio de 1988, el PRI perdió las dos senadurías del DF, las dos de Michoacán, la mayoría de diputados federales, y de hecho la Presidencia de la República, ante Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; pues las ganaron Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y a Joaquín Gamboa Pascoe; Cristóbal Arias Solís y Roberto Robles Garnica, respectivamente.
Con motivo de que ahora también hubo ausencia del gobierno en el temblor; en las elecciones de 2018, es probable que se repita la historia de que el PRI volverá a perder la Primera Magistratura y la mayoría del Congreso; pero ahora ante AMLO y MORENA.
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