El inicio del diálogo formal en busca de solución a las demandas de la comunidad politécnica promete conducir a resolver al menos uno de los problemones que en pocas semanas han sumido al país en su peor crisis de inseguridad y política interna.
Como exigieron los representantes estudiantiles, la reunión con los del gobierno federal será en el auditorio Alejo Peralta de la Unidad Profesional Zacatenco, y lo que allí se debata será públicamente aireado y podrá ser visto en el Canal 11 de televisión.
El secretario de Educación, Emilio Chuayffet, y los mejores integrantes de su equipo, tienen ante sí el reto de confirmar lo que el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, anticipó en los diálogos callejeros con el “sí” a prácticamente todas las demandas y lograr el retorno a clases.
Por su parte, la asamblea politécnica tiene la oportunidad de superar enfermizas tendencias al derrotismo y, por lo que ya se ve, aquilatar los alcances de su anticipado triunfo.
Esto, claro, si hay en las partes genuina voluntad para llegar a un acuerdo que beneficie al IPN y, por tanto, a México. Urge.
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