Política

No se ofenda, solo se le dice: "puto"

Con Joaquín López-Dóriga, el entrenador Miguel Herrera dijo el viernes que “se ha hecho mucho drama…” con el tumultuario grito de “¡putooo!” en los estadios.

Peor: “La verdad es algo muy espontáneo que de repente salió (…), y “en México es algo muy coloquial; no es un insulto, no es algo, como se ha hablado, homofóbico y todo ese rollo”.

La FIFA, sugirió, “tendría que analizar cada una de las idiosincrasias de todos los países”.

¡Ah chingá y retechingá!

Si corear “¡puuutooo!” no es insulto, ¿qué será?

Quien, como él y muchos otros (y otras), crea que la ofensa es únicamente para el portero, se equivoca doblemente: de ser así, ¡vaya cobardía de montoneros anónimos contra una sola persona!; pero el agravio es para millones y millones de personas de todo el mundo con preferencia por su mismo sexo.

Si, como también sostiene Miguel Herrera, “estamos con la afición, lo hace para presionar al arquero rival”, la porra croata de hoy puede memorizar algún vocablo espontáneo, coloquial, idiosincrásico y racista mexicano para, junto con los ardidos brasileños, “presionar” a Guillermo Ochoa...

cmarin@milenio.com

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Carlos Marín
  • Carlos Marín
  • cmarin@milenio.com
  • Periodista con 55 años de trayectoria, autor del libro Manual de periodismo, escribe de lunes a viernes su columna "El asalto a la razón" y conduce el programa del mismo nombre en Milenio Televisión
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