Política

Ese grito es miserable

“¡Puto!” es el rabioso grito con que muchos mexicanos intentan hacer fracasar al portero del equipo contrario al suyo.

“¡Indio!”, coreaban en los estadios españoles contra Hugo Sánchez (lo cual, por cierto, no le impidió alzarse con cinco Pichichis).

Gritar “¡puto!” entraña una carga homofóbica tan discriminatoria como cualquiera que denigre a las personas.

En México, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación previene contra “toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, talla, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas”.

Alegar, como lo hace la Federación Mexicana de Futbol, que los brasileños adoptaron el insulto y le gritaban “¡puto!” al portero Ochoa es tan idiota como suponer que la ofensa es imparable por estar “culturalmente arraigada”.

cmarin@milenio.com

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Carlos Marín
  • Carlos Marín
  • cmarin@milenio.com
  • Periodista con 55 años de trayectoria, autor del libro Manual de periodismo, escribe de lunes a viernes su columna "El asalto a la razón" y conduce el programa del mismo nombre en Milenio Televisión
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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