Ante reporteros, AMLO volvió a confundir las tareas militares contra la narcoviolencia con represiones y masacres en agravio del “pueblo”.
Después de que llegó al extremo de interpretar la defensa institucional de la Sedena como una “provocación” de “la mafia del poder”, ayer prometió:
“Hasta les voy a dar ahora otra (nota) para que sea de ocho columnas. Cuando triunfe Morena no vamos a usar al Estado Mayor Presidencial. Les voy a explicar: el Presidente no va a estar resguardado por el EMP. Se va a incorporar por completo a la Secretaría de la Defensa...”.
Y todo porque en “la lucha por la justicia” los guardaespaldas son para el que “no tiene la conciencia tranquila”.
Bien. Si gana lo cuidarán nuevas gacelas, como cuando gobernó el extinto Distrito Federal.
Pero (quizás lo ignore), si hasta en su más reciente exhibición en México los jugadores de fut americano fueron cuidados también por el EMP (cuerpo militar entrenado específicamente para seguridad), ¿qué les espera si se les ocurre venir a México a los presidentes de Chile, de Francia, de Bolivia, el papa o el sencillito Donald Trump?
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