La frase no sería tan poderosa si no saliera de la boca del mismísimo secretario de Economía, Idelfonso Guajardo.
A 44 días de que asuma Donald Trump como presidente de Estados Unidos, de este lado de la frontera ya se han puesto a trabajar. Guajardo ha reflotado el concepto de ‘cuarto de junto’, un equipo de asesores, economistas y cámaras empresariales que se había activado en plena negociación del TPP. Es una mesa de trabajo y consulta con miembros del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Asociación de Bancos de México (ABM), el Consejo Mexicano de Negocios (CMN), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), y el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce). “En muchos de estos organismos están como asesores ni más ni menos que los que diseñaron el Tlcan hace mas de 20 años, como Herminio Blanco o Jaime Zabludovsky”, agrega Guajardo que más allá de las juntas formales me comenta que se reune periodicamente con ellos a tomar café y revisar escenarios posibles de la renegociación del Tratado más ‘tratado’ de los ultimos meses.
“Tenemos 20 años de profesionales de carrera trabajando sobre tratados comerciales, ya tenemos TLC con 12 países que incluyen a 46 países. Tan reconocido es su trabajo que el ministro encargado de negocios internacionales del gobierno de Gran Bretaña nos han pedido que les enviemos un equipo para que los asesore en su nueva etapa del brexit”, agrega el secretario.
Si algo caracteriza a Guajardo, es que siempre trae un listado de datos duros de comercio internacional que ayudan a poner en contexto esta discusión permanente sobre la renegociación (o no) del Tlcan: “en los 60 mil mdd de deficit que señala EU que tenemos en la balanza comercial no están incluídos los servicios, las regalías por patentes que suman unos 10 mil mdd ni tampoco los entre 25 y 35 mil mdd que los mexicanos compran al año del otro lado de la frontera… vayan restando”; “aplicar ese 35% de aranceles ya les ha quedado claro que sería una locura”; “es cierto que el Tlcan aumentó cinco veces el comercio con EU, pero antes del tratado ya le vendíamos unos 80 mil mdd al año. Yo no veo un escenario en América del Norte sin TLC, vamos a entrar en un proceso difícil para ponernos de acuerdo, qué es lo que requiere ajustes y tratar de definir la ruta crítica hacia adelante”.
Al secretario le espera un 2017 complicado e intenso. Tal vez por eso, confesó que después de las elecciones del 8 de noviembre, cambió sus hábitos cotidianos y “desarrollé de golpe un marcado interés en libros que antes había desestimado: The Art of the Deal, Time to Get Tough y Great Again. Ahora están en la cima de prioridades de mi lista de lecturas”.
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