Los turistas que no consiguieron una habitación en algún hotel en Acapulco, improvisaron y usaron su carro como cuarto.
Sobre la costera Miguel Alemán es común ver cómo los turistas hacen uso de asientos y hasta cajuelas de sus vehículos con tal de no alejarse de la playa.
Pese a que las autoridades del puerto invitaron a los turistas a pernoctar en la Unidad Deportiva de Acapulco, pocos atendieron la indicación.
Los vehículos también fueron usados como tendedero de la ropa que los turistas usaron para meterse al mar.
Algunas familias que llegaron en autobús, sacaron sus cobijas y se acostaron sobre la arena de las playas Hornos, Tamarindo, y Papagayo, sin que alguna autoridad se los impidiera.
AA