La Cámara Nacional de Vivienda está pugnando por construir las primeras 20 mil viviendas para la clase popular y media de Ciudad de México, luego de tres años que la iniciativa privada dejó de edificar para esos sectores cuando se congeló la Norma 26.
La falta de vivienda para la clase trabajadora tiene el objetivo de frenar el despoblamiento de la capital, pues actualmente se van de la ciudad a municipios conurbados 90 mil familias y llegan 60 mil, generando un déficit de 30 mil.
Sin embargo, la mayoría de las personas continúa trabajando, estudiando y accediendo a los servicios básicos de CdMx, según un estudio de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi)y al que MILENIO tuvo acceso.
Este es el primer esfuerzo, pues la ciudad presenta un rezago de 262 mil viviendas y anualmente la demanda es de 70 mil unidades.
"Es urgente, no es un tema de interés empresarial, porque al final es una norma general, no hay terrenos, los terrenos hay que buscarlos, hay que ver qué zonas y qué dice la Asamblea Legislativa, es un tema que urge a los trabajadores, a la clase popular y media, que se están teniendo que ir, que no encuentran una respuesta", explicó Manuel González, director de la Canadevi Valle de México.
Estiman que la construcción de las primeras 20 mil viviendas traerá una inversión a Ciudad de México de 26 mil millones de pesos y un pago de derechos e impuestos de cerca de mil 300 millones de pesos, lo que significa un beneficio frente a la incertidumbre financiera nacional.
El estudio detalla que la baja oferta de vivienda ha provocado en la capital desintegración familiar, altos costos de transporte, clima de delincuencia, despoblamiento y abandono de colonias, expansión de la mancha urbana y uso inadecuado de aprovechamiento del suelo.
Además, las familias que tienen que dejar la ciudad se separan de sus lugares de arraigo, gastando tiempo de calidad con sus familias por transportarse a sus lugares de trabajo o estudio, lo que provoca una descomposición del tejido social, incluso, remarca que actualmente se ha perdido la dinámica de barrio-ciudad en las colonias.
La Norma 26 estuvo congelada debido al abuso de los constructores al utilizar los beneficios de la edificación de vivienda popular para ofrecer departamentos de lujo.
La intención es que el costo de las viviendas esté entre los 700 mil y el millón y medio de pesos en zonas específicas de la capital que están subutilizadas como las colonias Industrial Vallejo, Atlampa, Guerrero y Cuauhtémoc.
También, abren la posibilidad de que más de un millón de trabajadores puedan usar sus créditos del Infonavit.
Según cifras de la Canadevi, en los tres años que no hubo Norma 26, los terrenos se elevaron de precio entre 300 y 400 por ciento, que al mismo tiempo provocó que el costo de la vivienda se incrementara 60 por ciento "eso significa que una vivienda de un millón de pesos hace tres años, hoy cuesta un millón 600 o 700 mil pesos.
"El Infonavit ya subió el crédito tradicional que era de 650 mil pesos y pasó a 900 mil, ahorita quedó en un millón 550 mil y de los 3 millones 400 mil derechohabientes de Ciudad de México, un millón puede acceder a un crédito de entre 700 mil al millón y medio", afirmó.
Incluso, esta colaboración directa con el Infonavit y el Fovissste permitirá que no se repita la historia de la Norma 26, pues los créditos estarán sujetos a los montos de dichos organismos, además de que la Canadevi vigilará su uso.
Apenas en diciembre, el pleno de la Asamblea Legislativa aprobó la nueva Ley de Vivienda, la cual busca incentivar la construcción de casas de interés social y popular para evitar que los ciudadanos emigren al área conurbada de la zona metropolitana.
Con 34 votos a favor y 21 abstenciones, fue aprobada la ley, que además establece la creación del consejo de vivienda y crea una nueva norma con candados que permite la construcción de vivienda popular y media sin que haya abusos de los desarrolladores inmobiliarios.
[Dé clic sobre la imagen para ampliar]