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La tormenta solar perfecta

Se trata de un fenómeno natural que puede ocasionar daños globales a tecnologías que son críticas para el funcionamiento de la sociedad moderna, como lo reconoce la Ley General de Protección Civil.

Con ese título provocativo inició la conferencia del pasado 7 de marzo en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la UANL el doctor Américo González Esparza, cofundador del Laboratorio Nacional de Clima Espacial (Lance).

Durante la disertación se refirió al "Evento Carrington", que no es otro que la tormenta solar de 1859, conocida así por el astrónomo inglés Richard Carrington, primero en observarla.

Es considerada la tormenta solar más fuerte en la historia, desde que se lleva registro. Ese año se produjo una gran eyección de masa coronal.

A partir del 28 de agosto, se observaron auroras boreales que llegaban hasta el norte de Colombia, es decir, casi hasta el Ecuador terrestre.

El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, aunque no tuvo consecuencias brutales debido a que nuestra civilización tecnológica todavía estaba en sus inicios: si se diese hoy, los satélites artificiales dejarían de funcionar, las comunicaciones de radio se interrumpirían, los apagones eléctricos tendrían proporciones continentales y los servicios quedarían interrumpidos durante semanas, lo que implicaría un costo asombroso económico y social.

El doctor González Esparza nos informó que como las tormentas solares son un fenómeno natural que puede ocasionar daños globales a tecnologías que son críticas para el funcionamiento de la sociedad moderna, se reconoce en las últimas modificaciones de la Ley Generalde Protección Civil (DOF 03/06/14) y por supuesto, por organismos internacionales que recomiendan, por razones incluso de seguridad nacional, desarrollar capacidades observacionales, estudios y monitoreo del clima espacial.

Por lo que gobiernos de muchos países se preparan con los protocolos correspondientes para hacer frente a una eventualidad no predecible, pero tampoco inminente, como ésta.

De ahí que nuestro país no ha quedado fuera de este tipo de protocolos, donde participan instancias administrativas y militares para prever las posibles consecuencias de un evento de esta naturaleza, todo ello bajo la coordinación del Centro Nacional de Prevención de Desastres.

Les espera una gran labor a nuestros científicos, como el doctor González Esparza y sus colegas del Laboratorio Nacional de Clima Espacial.

Luego de escuchar la plática recordé mi imagen de manchas solares del 4 de noviembre de 2011, misma que comparto en este espacio como corolario de este interesante tema espacial, que nos deja la convicción de seguir observando a nuestra estrella, el Sol, sin bien con respeto, también en la búsqueda de sus impresionantes cualidades y secretos.

Sus comentarios o preguntas los pueden dirigir a: mexhunter@gmail.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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