Cuando un museo de Kansas City puso bajo el microscopio una pintura de Vincent van Gogh, encontró un intruso inusual: un saltamontes atrapado en los remolinos de pintura del lienzo durante 128 años.
Mary Schafer, conservadora del The Nelson-Atkins Museum of Art, se topó con el diminuto cuerpo seco mientras estudiaba la pintura Los olivos del artista neerlandés.
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[OBJECT]"Trataba sobre todo de entender las diferentes capas de la pintura y cómo se realizó, y así fue como encontré parte del cuerpo de este pequeño saltamontes", dijo.
El hallazgo refleja la práctica del artista de pintar al aire libre, donde a menudo estaba suficientemente ventoso como para arrastrar polvo, pasto e insectos.
"Debo haber recogido un buen centenar de moscas y más en los cuatro lienzos que obtendrás, por no mencionar el polvo y la arena", le escribió Van Gogh a su hermano Theo en una carta en 1885.
[Detalle del cuadro de Van Gogh, donde se aprecia el cuerpo del insecto]
Los olivos es parte de una serie de 18 pinturas que Van Gogh realizó sobre el tema en 1889 en Saint-Remy-de-Provence, Francia, donde se había internado voluntariamente en un manicomio. Murió el año siguiente.
También se encontró arena en Paisaje marino en Saintes-Maries-de-la-Mer (1888), una obra que se cree que pintó en esa playa del Mediterráneo. La obra se encuentra ahora expuesta en el Museo Van Gogh en Ámsterdam.
"El hecho de que tengamos esta pequeña sorpresa de un saltamontes es una forma divertida de tener una nueva mirada de un Van Gogh", concluyó Schafer.
ASS