La obra de Sofía Táboas, artista mexicana consolidada en México y en el extranjero, habitualmente centrada en la instalación y en la escultura, proviene de una formación pictórica, lo que ella considera su ojo pictórico forjado en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP). En los años noventa fundó Temístocles 44, importante espacio alternativo centrado en aspectos etnológicos de la contemporaneidad, según José Springer, con Eduardo Abaroa, Franco Aceves, Rosario García Crespo, José Miguel Casanova, Daniel Guzmán, Luis Felipe Ortega, Ulises Ponce de León y Pablo Vargas Lugo, entre otros. Como otros espacios, anunció la transformación de lo que ahora conocemos como prácticas artísticas.
Un jardín en Ex Teresa
Sus primeros trabajos fueron escultóricos. Se aproximaba a los objetos en forma espontánea, irreverente. Adquiría objetos de consumo producidos en serie. El paso de lo natural a lo artificial, dice, se dio solo. Luego se interesó en el trabajo en un sitio específico y la reflexión espacial: cómo se piensa, percibe, siente o se recuerda un espacio es esencial para detonar la obra. Uno de sus primeros jardines, tema constante, fue el de Ex Teresa Arte Actual, recinto del Centro Histórico de la Ciudad de México dedicado a la instalación, el video y la experimentación sonora. El jardín de la iglesia de Santa Teresa la Antigua se usaba como bodega, y ella quiso devolverle su condición de jardín: acomodó sobre una retícula decenas de hortensias, cada una dentro de una bolsa. Por tratarse de un edificio histórico, no pudo sembrar las flores, solo colocarlas en las pocas áreas con pasto. Con ello puso en marcha procesos biológicos diversos. La flor se transforma con el tiempo y su ojo pictórico le permite modificar el espacio como si utilizara una paleta de pintor.
Cinco jardines flotantes para cinco piedras
Esta pieza de 2009 es una instalación especialmente interesante porque ubicó los jardines en un área del lago que pertenece al Jardín Botánico de Chapultepec, frente a la Casa del Lago. Palmas, helechos, lirios africanos y listones fueron parte de la flora sembrada por Táboas, 450 plantas en total. Al principio, el azar jugó su papel pues para inaugurar la pieza arrojó, desde una pequeña balsa, cinco piedras al lago. Cada vez que una piedra hendía el agua, un equipo de cuatro buzos anclaba el respectivo jardín flotante, una plataforma circular de madera, dotada con plantas diversas, cuyo diámetro podía medir entre metro y medio y tres metros y medio, que quedaría a la vista desde la terraza de la Casa del Lago. Hacer estos jardines fue como volver a la época en que recuperó el jardín abandonado de Ex Teresa. Así las plantas se convirtieron en algo distinto al ser desplazadas de un territorio a otro. Jardines flotantes pero también efímeros porque la artista debió devolver las plantas al Jardín Botánico menos de un mes después. Mientras, el sol interactuó con la pieza y ésta se modificó día a día: al proyectarse el sol se formaba un dibujo que seguiría transformándose con el tiempo.
¿Crear vida dentro de la vida?
El hecho es que el arte produce percepciones profundas de la experiencia, como sostenía Joseph Beuys. “La flor o la planta fue un material idóneo para dar una pauta a obra que era concluida por la propia planta”. La autora juega para responder a espacios específicos. La obra presentada en Registro 04, colectiva inaugurada el 4 de septiembre en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), es una pieza escultórica realizada desde la instalación. Últimamente, Táboas trabaja con esquemas para detonar volúmenes y espacios. La pieza realizada para este museo se basa en un instructivo de tejido para construir volúmenes. Así entrega un signo cifrado y no importa si el público domina o no el lenguaje del tejido convertido en un enorme tapete con al menos tres materiales, con dibujos relacionados con los célebres, inquietantes y enigmáticos dibujos de los campos de trigo de Inglaterra. El público puede leer, incluso, insinuaciones rituales relacionadas con dioses o demonios. Recientemente, Táboas construyó una pieza similar, a base de esquemas, en La Coruña.
*Versión resumida del texto publicado en el catálogo de Registro 04, exposición inaugurada el 4 de septiembre en el MARCO de Monterrey.