Un amplio espectro de mentes curiosas y amantes de la exploración científica se han dado cita en una feria de creadores independientes que se realiza en Miami (EU) y que es a la vez una vitrina a la inventiva de sello latinoamericano.
Maker Faire Miami, que ayer celebró su última jornada, ha convertido el campus Wolfson del Miami Dade College (MDC), sede del evento, en una suerte de campamento de la experimentación, en la que se han congregado más de 150 expositores de todas las edades y perfiles, desde estudiantes de ciencia hasta adultos de imaginación inagotable.
Uno de ellos es el estadunidense Joe Donoughe, cuyo artilugio de tracción manual, a base de una gran rueda de madera en la que cabe una persona dispuesta a correr, permite hacer granizados como consecuencia de la energía que se desprende del esfuerzo físico.
“Es una celebración de la creatividad y un estímulo para todos”, señaló el presidente del Miami Dade College, Eduardo Padrón, en alusión a este evento cuya gestación se remonta a 2006, con una primera edición en San Francisco (California).
“Nunca se sabe cuándo muchos de estos proyectos puedan mejorarle la vida a una persona”, agregó el titular del centro educativo, el cual se ha insertado recientemente al programa mundial Maker Faire, pensado para creadores independientes.
Escaparate del futuro
La edición de Miami, cuyos asistentes se calcula suman alrededor de 5 mil personas en los dos días, sirve de escaparate para lo que se espera sea parte de la vida cotidiana en el futuro, como la robótica, los aviones no tripulados y la impresión en tres dimensiones.
Cuatro alumnos del profesor del MDC Ramiro Almeida completan un semestre en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, en inglés), en el programa de Vehículos Autónomos y “ya están creando los autos en una escala real. Utilizan los mismos componentes que estos prototipos “, explicó el ecuatoriano, profesor en temas de innovación.
Almeida trabaja en una plataforma que permita a sus estudiantes desarrollar sus proyectos fuera del aula. Cree que la ciudad de Miami vive una “transformación histórica” y, por lo mismo, requiere atraer talentos y proyectos que puedan ser escalados, una meta en la que la feria pone su grano de arena.
Ric Herrero, fundador de Mano Americas, uno de los organizadores de la feria, señaló que comenzó a sentir un respeto profundo por la innovación cuando viajó a Cuba y vio cómo se “inventan” las cosas allí, “prácticamente con nada”.
Videojuego cubano
Muy cerca de Herrero se halla el cubano Josuhe Pagliery, que ha venido desde la isla para presentar el videojuego Savior, creado de manera independiente junto al programador Johann Hernández y que es señalado como una de las primeras obras de su tipo hechas en el país caribeño.
Pagliery, de 35 años y un artista plástico inclinado a mezclar disciplinas, es el creador del concepto y la estética de Savior, un juego de roles en el que “el jugador se adentra como un personaje más hasta que deconstruye el videojuego”, explicó.
“Quería probarlo con niños no cubanos, porque es una realidad que los de afuera tienen más contacto con las nuevas tecnologías”, señaló.
Tras el escaso interés de las instituciones gubernamentales cubanas, Pagliery y Hernández cuentan que se pusieron en contacto con Innovadores Foundation, de Nueva York, institución que les organizó una campaña de búsqueda de fondos en internet y en solo seis días recaudaron 10 mil dólares.
“Esto que hacemos es un producto de riesgo. Si el videojuego no llega a ser exitoso, igualmente estaríamos abriendo un camino desde Cuba para otros innovadores”, señaló Pagliery.
De las cerca de 30 ediciones anuales que se desarrollan de esta feria, creada y coordinada por los editores de la revista Make, dos de ellas lo hacían este fin de semana: La de Miami y otra más en el Cairo, Egipto. La siguiente será este mes en Sachsen, Alemania.