La actualización en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles para Nuevo León permitirá conocer con mayor detalle los antecedentes de las construcciones anteriores al 1900, que se encuentran protegidas por la delegación del Instituto Nacional de Antropologia e Historia (INAH) en la entidad.
Siendo Monterrey y Linares los municipios con mayor número de inmuebles registrados en el catálogo base, elaborado en 1989, la actualización se empezó en esas zonas, expuso Jorge Cruz, coordinador del área de monumentos en INAH Nuevo León.
Este proceso inició hace dos años en Linares, donde se tienen registradas 133 inmuebles considerados como históricos por el INAH. En segundo puesto está Monterrey, que tenía en ficha 107 monumentos.
Cruz refirió que se está anexando información especificada sobre la construcción protegida, tomando como referencia la documentación histórica existente en los archivos municipales.
"Ahora es más complejo que llamamos 'catálogo científico', en donde hay que meterse a los archivos a investigar la época de construcción, el constructor, las piezas que tuvo antes. Es ahora más especializado", explicó Jorge Cruz.
Además de Linares y Monterrey, se hizo un registro básico en Villaldama y se comenzó el procedimiento en Rayones. Sin embargo, es necesario que cada municipio cuente con un catálogo para determinar qué construcciones entran en la jurisdicción del INAH.
"Cada municipio tiene la necesidad de un catálogo, mínimo en saber qué tiene o en qué estado están las piezas registradas", refirió Cruz.
El INAH considera la protección de monumentos a todos aquellos construidos antes de 1900. Para Nuevo León, los catálogos elaborados en 1989 registran poco más de 578 inmuebles inscritos.
"Pintura es reversible"
Tras la polémica generada por las tonalidades "brillantes" con la que se pintó el pórtico del panteón El Carmen, el especialista del INAH consideró que el daño por la pintura es reversible.
Sin embargo, criticó que los particulares que administran el cementerio no hayan buscado la asesoría del INAH, aunque por términos legales la protección del sitio corresponde al Instituto Nacional de Bellas Artes por haber sido construido en 1920.
"Se hizo un mantenimiento pero mal llevado. El restaurador dice que no se nos consultó porque el panteón es siglo veinte, que no le corresponde al INAH pero podemos dar una asesoría. Ahora, tenemos una oficina de enlace con Bellas Artes aquí, también ellos podrían opinar", explicó Cruz.