El grupo terrorista Estado Islámico (EI) colocó artefactos explosivos en distintos sitios arqueológicos de Palmira, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG señaló que los extremistas, que controlan esta ciudad desde el 11 de diciembre pasado, pusieron artefactos en distintos sitios arqueológicos de la población y de sus afueras, como posible preludio de una retirada ante el avance del ejército sirio.
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Por su parte, una fuente militar siria aseguró que no dispone de información acerca de que los extremistas hayan colocado explosivos. Sin embargo, indicó que las fuerzas armadas destruyeron ayer siete vehículos de los extremistas cargados con armas automáticas y un coche bomba al oeste de Palmira.
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El EI retomó Palmira tras un ataque iniciado el pasado 8 de diciembre en el este de la provincia de Homs, que comparte frontera con Irak. No es la primera vez que los radicales dominan la población: la controlaron entre el 20 de mayo de 2015 y el 27 de marzo de 2016. En aquella ocasión, fueron expulsados de Palmira por el ejército nacional, que contó con el apoyo de la aviación rusa.
Durante su primera etapa en Palmira, el EI convirtió la zona de las ruinas grecorromanas en un campo de minas. Además, los yihadistas dinamitaron los templos de Bel y de Bal Shamín, así como el Arco del Triunfo, y destruyeron varias estatuas del museo de la ciudad.
En los siglos I y II d.C., Palmira fue uno de los centros culturales más importantes de la época y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.
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