EL ÁNGEL EXTERMINADOR
Jorge Flores-Oliver, Blumpi
Este martes 16 se presenta por primera vez en la Ciudad de México Public Image Limited, banda postpunk del otrora líder de los Sex Pistols, John Lydon.
La historia de eso llamado punk —género musical, ideología, moda— está llena de misterios y versiones encontradas. ¿Cuál fue la primera banda punk? ¿Los Sex Pistols fueron un grupo prefabricado obra de Malcolm McLaren? ¿Solo The Clash le imprimió seriedad al género? Durante años, hemos vivido con la imagen de un puñado de bandas como representantes de esa ola de destrucción que significó el punk: los mencionados The Clash, Ramones y, naturalmente, los Sex Pistols. ¿Nada pasó después de ellos?
Luego de la debacle de los Sex Pistols en 1978, coronada por una fallida gira en Estados Unidos, John Lydon se embarcó en un viaje determinante para lo que generaría en años posteriores. Durante ese año, Simon Draper —mano derecha de Richard Branson, fundador de Virgin Records, disquera que no solo inauguró la modalidad de la venta por correo de discos sino que arropó a importantes bandas que iban del krautrock al post-punk— encomendó a Lydon la tarea de explorar Jamaica para buscar músicos y grupos de reggae y dub que firmaran para Front Line, la filial del sello dedicada a la música jamaiquina. Lo que encontró en la isla abrió un nuevo espectro que influyó en el camino que tomaría, musicalmente hablando. Esa extraña mezcla de sonidos cadenciosos y alegres, hechos para bailarse complementados por una temática brutal con letras que hablaban de revolución, liberación y violencia sufrida. “Todos sonreían como si se tratara de un paseo por el campo, y a mí eso me parecía inexplicable y genial”, recuerda de aquella experiencia. El reggae no era extraño a Lydon. De niño estaba acostumbrado a escucharlo en todas partes, y a finales de los años setenta, cuando organizaba fiestas en su casa de Gunter Grove, hacía sonar mixtapes en las que incluía tracks reggaeseros.
“Podía poner un tocadiscos en la encimera y un televisor (con una percha que hacía de antena) entre las dos ventanas (que tenían un balconcito exterior), poner música todo lo alto que me diera la gana, y hacer que cupiera el máximo de gente, por lo general entre trescientas y quinientas personas”.
Ese cúmulo de experiencias forjaron lo que posteriormente conformó Public Image Limited. A esas fiestas asistían montones de gente del mundo de la música, lo cual fue determinante. La ira es energía, autobiografía de Lydon publicada en inglés en 2014 y editada en español el año pasado por Malpaso Ediciones, es un documento de una humildad brutal. Sobre todo por los detalles que revela, y la manera en que los expresa. Esas fiestas fueron para Lydon “¡(Una) forma maravillosa de abrirme los ojos! Solo unos meses atrás lo había pasado fatal con los Pistols. Ahora, a medida que iba conociendo a gente de muy distinto pelaje y ocupación (musical o no), volvía a sentir que todo era posible. Quería conocer diversas perspectivas de la vida. Sabía que si no te abres a diferentes puntos de vista te condenas a seguir repitiendo los mismos errores que el resto de idiotas de este mundo”. Porque la que se construyó de Lydon como representante máximo del punk es una imagen congelada en el tiempo, aquella de una banda de cabezas huecas ruidosos y autodestructivos, con Sid Vicious como mejor (peor) ejemplo. Para Lydon, el punk es evolución y apertura al cambio, algo que las bandas punk no estaban haciendo al ceñirse a un sonido determinado y, sobre todo, al dejarse guiar por la ideología política, justo como hacía Joe Strummer con The Clash. En su opinión, eso fue lo que terminó por enterrar al punk como movimiento vital. Lo que buscaba era otra cosa, y en Public Image Limited es donde la encontró.
NACE PIL
La imagen es simple y limpia: una pastilla, cual aspirina, que lleva encima las siglas de la agrupación: PiL. Inspirado en el logotipo de la compañía británica ICI (Imperial Chemical Industries), Kydon comisionó su diseño a Dennis Morris, quien llevaba a cabo labores de fotógrafo y artista para los Pistols. Buscaba imprimir la frialdad corporativa de dicho logo, frialdad que a la vez posee mucha fuerza visual. PiL son las siglas de Public Image Limited, una verdadera sociedad musical limitada integrada por Keith Levene en la guitarra, Jah Wobble en el bajo y Jim Walker en la batería para la que Lydon determinó un sueldo semanal. El nombre proviene de The Public Image, novela de la escritora escocesa Muriel Spark, donde la vida de Annabel, la protagonista, es manipulada y su vida privada invadida hasta que logra liberarse y actuar bajo sus propios términos. Justo la emancipación que Lydon buscaba tras haber vivido bajo el yugo de Malcolm McLaren, quien reclamaba la propiedad del nombre “Johnny Rotten”, intentando arrebatarle la identidad a Lydon, quien por su parte no lo baja de cobarde a lo largo de las páginas de su libro, asegurando que nunca pudo aportar ideas creativas que impulsaran el arte de los Sex Pistols, sino puras ocurrencias, como que Charles Manson produjera un disco de la banda desde la cárcel. Material para seguir alimentando esa imagen de los Pistols. El nombre de la banda hace alusión a eso también: a no depender de crear escándalos para llamar la atención, sino a dar la cara por la calidad musical de sus álbums.
PiL, por el contrario, es una amalgama de influencias musicales y exploraciones dentro de los terrenos del pop. En eso es enfático a lo largo de su autobiografía: Lydon no habla de punk, música alternativa y ni siquiera rock. Partiendo de “Public Image”, la primera canción que el grupo ensambló, lo que busca es la perfección pop, que tiene que ver con esa búsqueda incansable e insaciable por crear un producto nuevo e inesperado, sin ataduras con el pasado de ninguno de los miembros de la banda, y no con colocar hits en las listas de popularidad. “Quizá nos podría haber sido útil componer un gran éxito comercial, que es lo que la discográfica quería. Yo sigo siendo el puto Johnny Rotten, diga lo que diga Malcolm, y hago lo que me da la gana”. A lo largo de 38 años en los que la banda ha editado 10 álbums —Public Image: First issue (1978), Metal box (1979), Flowers of romance (1981), This is what you want… this is what you get (1984), Album (1986), Happy (1987), 9 (1989), That what is not (1992), This is PiL (2012) y What the world needs now (2015)— su sonido ha transitado los terrenos del pop, la cadencia del dub, la música disco y la electrónica. “Proveniente de las filas del postpunk, quizá solo una persona accedió a una ferocidad espiritual que rivalizara con la del Rasta: John Lydon”, explica Simon Reynolds en Rip it up and start again, quien recuerda que, en su momento, Lydon subrayaba que PiL era de hecho una banda dance. “Lydon comparaba al rock con una iglesia, una religión, una farsa”.
Hay quien, despistadamente, considera que con PiL John Lydon traicionó al punk al flirtear con estos géneros (o por aquella joya que es “Open up” en la que canta sobre la base electrónica de Leftfield). Sin embargo, y como lo ha probado él, uno de sus padres fundadores, el punk tiene muchos brazos con los cuales golpear caras.